domingo, 4 de abril de 2010

Adiós, querido Paco.

Esta es la última carta que nuestro querido párroco, Paco, le escribe a María. A partir de ahora ya no necesita escribirle más cartas.


Descansa en paz, siervo bueno y fiel.

A lo mejor podíamos ir añadiendo en los comentarios a esta entrada aquellos recuerdos entrañables que todos tenemos de nuestro querido Paco, sobre todo los que más años le habéis tratado y le conocíais mejor. Ahora que vamos a la parroquia y Paco no está, todos esperamos verle aparecer en cualquier momento, por ejemplo a repartir la comunión en la misa de niños, o a dar los avisos del final... Entre todos podemos compartir los mejores momentos que hemos vivido con él y que siempre tendremos ya en nuestros corazones... Una de las cosas que me dan pena ahora que se ha ido es pensar en la de cosas que tenía que contarnos todavía, la de conocimientos y experiencias que podría todavía haber compartido con nosotros y que ya no podrá. Pero una cosa que sí podemos conservar y compartir para disfrute y edificación de todos son esos recuerdos de experiencias vividas con él. ¿Qué os parece?

6 comentarios:

  1. Juan,

    Muchas gracias por publicar la carta. No la había leído y me parece preciosa.No se podía terminar la vida terrena de mejor forma.

    Ya está con el Padre y ahora espero que descanse en Paz que ya se lo ganó en la Tierra.

    Un abrazo

    Raquel

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  2. Yo recuerdo que, en el primer campamento de Sta Casilda al que yo fui, un día Paco se presentó con cantidades ingentes de caramelos.
    Un niño, al leer en el envoltorio "caramelos Paco" preguntó: "¿Tiene una tienda de caramelos?".
    Bien podría ser así, porque a lo largo de su vida repartió cantidad de chucherías y otros detalles a los niños de la parroquia, demostrando así su amor y su interés por ellos. Recuerdo que siempre decía: "no sé por qué pero en seguida conecto con los niños pequeños".
    Seguro que ahora sigue intercediendo desde el cielo por los niños, tan amenazados en nuestra sociedad actual.

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  3. No sé si estarán de acuerdo conmigo el resto de maestros que hemos estado conviviendo con Paco aquí en Santa Casilda pero yo notaba una cierta predilección por todos los que nos dedicamos a la educación. Si además de esto éramos padres o madres, no se cansaba de decirnos que los padres deberíamos reclamar el derecho a elegir la educación que queríamos para nuestros hijos. También recuerdo cómo animaba desde el ambón cada día que había alguna manifestación a favor del derecho a la vida. Paco llevaba muy dentro lo de ser maestro, a la vez que su amor por los niños.
    Y por ello quiso darnos su última lección práctica el Sábado Santo: el paso de la vida a la muerte y de la muerte a la VIDA. Eso que tantos años predicó durante la PASCUA, ahora lo experimentaba en su propia persona.
    Por todo esto deseo de todo corazón que el Señor haya sabido recompensar todas tus buenas acciones y perdonar tus culpas. Yo siempre te recordaré con mucho cariño...
    Elvira
    (Elvirita como me llamaste una de las últimas veces que hablé contigo)

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  4. Mi familia y yo siempre recordaremos a Paco por su amistad cariño y alegria.
    Recurdo los ensayos de las funciones de Navidad, cuando de repente entraba en la clase y empezaba a cantar y bailar con los niños como uno mas.
    Era feliz viendo a la gente participar en la eucaristia, en los festivales, en el coro...
    Fue un gran defensor de la FAMILIA y la VIDA.
    Fue una gran persona, y por ello nosotros deseamos que encuentre la paz en su descanso.

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  5. Querido Paco: Recuerdo nuestra última conversacion, una semana antes,...Te vi con esa FE de los hijos de Dios en conformidad con la "enfermedad". Voluntad de Dios. Sé, Paco, que les habrás hablado de nosotros a mi hijo Vicente, DonEugenio y a Pablo Dominguez.
    ¡Que felices sois!
    ¡Os envidiamos!
    Fausto Marín
    Diacono

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  6. Como cura que ha estado colaborado un poquito en la parroquia de Sta. Casilda durate varios años, a raíz de la presencia en ella de algunos seminaristas, tengo que decir: "Gracias, Paco", por tu vitalidad, tus ganas de vivir y de servir, tu entusiasmo por las cosas, tu cariño por la gente, tu entrega generosa, sacerdotal,a imagen de Cristo, el Buen Pastor. Pude compartir contigo, más de cerca, el viaje a Cuba por la ordenación de Marcos y allí comprobé tu cariño por la gente, tu perspicacia e inteligencia para situarte ante las personas y las situaciones, tu simpatía y tu cercanía, tus entrañas de misericordia ante toda miseria humana, tu generosidad... Gracias por todo y, especialmente, por tu sacerdocio, que es un estímulo y un modelo para muchos otros. Que Dios te tenga en su gloria y que, desde allí, sigas intercediendo por nosotros. Un abrazo Juan Carlos Vera.

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